En esta entrada realizaré una breve conclusión sobre el panorama general de España en materia de Educación. En primer lugar, España se encuentra por debajo de la media Europea, mostrándose así los siguientes datos:
- En 2004, un 30% de abandono escolar mientras que en Europa es del 15%.
- El número de jóvenes que consiguen la E.S.O. es del 61%, mientras que en Europa es del 85%.
- Podría decirse que el número de diplomados en matemáticas, ciencias y tecnología si compite con el porcentaje de Europa.
No obstante, sigue siendo números “malos” para Europa. Para
ello se crearon unos objetivos a largo plazo. A continuación, se recogen dichos
objetivos:
1. El éxito educativo de todos los estudiantes.
2. Equidad y excelencia. La evaluación como factor para mejorar la calidad de la educación.
3. Flexibilidad del sistema educativo y estudios postobligatorios. Educación a lo largo de la vida.
4. La Formación Profesional como instrumento clave para avanzar hacia un nuevo modelo de crecimiento económico.
5. Nuevas formas de enseñar y aprender: El papel de las TIC.
6. Plurilingüismo. Impulso al aprendizaje de idiomas.
7. La Educación como bien de interés público y derecho de toda la sociedad.
8. Modernización e Internacionalización de las Universidades. Formación, investigación, transferencia del conocimiento y responsabilidad social.
9. Dimensión social de la educación: Becas y Ayudas al estudio.
10. Convivencia y educación en valores: Implicación de la familia, del profesorado y de la sociedad.
11. Profesorado: Reconocimiento profesional y social del docente.
12. Educación inclusiva, diversidad e interculturalidad: derecho a la diferencia sin diferencia de derechos.
En mi opinión, no es nada nuevo, ni nada que no nos propongamos dentro de 20 años porque ahora no hayan surgido su efecto. Me gustaría hablar sobre lo que podemos ver más de cerca en nuestro ámbito:
- Implicación de las familias, del profesorado y de la sociedad: en clase se ha nombrado “La escuela de familias”. Personalmente, yo he acudido a varias sesiones en Villamuriel (municipio de Palencia), donde a veces se traía a algún experto, u otras veces hablaba algún maestro del municipio. - ¿Qué me encontré? - Éramos más estudiantes de la Universidad que padres o madres. Solo es un caso, pero pienso que está muy generalizado. Creo que podría ser un buen comienzo para que las familias sepan algo más de los educandos en cuanto a cómo aprenden, cómo se educan, cómo socializan, cómo tratarlos, etc. Sin embargo, será más fácil culpar a la escuela o a los docentes si su hijo o hija saca malas notas o tiene mal comportamiento en clase.
- El papel de las TIC: posiblemente se han implementado elementos tecnológicos a las aulas, pero estos no están siendo usados de la manera más óptima. Por otro lado, muchas aulas están equipadas, pero no están siendo usadas. ¿Porqué? Puede ser que el profesorado no esté bien formado para estas herramientas. Por último, otra situación que podemos encontrar es que el docente ponga el mismo libro virtual en la pizarra digital. ¿De qué sirve? Si los niños ya tienen su libro de texto en la mesa. Estos son solo ejemplos de lo que hemos podido ver, o incluso vivir. En mi opinión estamos muy lejos del aprovechamiento que podemos sacar a estas herramientas.
- Reconocimiento social del docente: no creo que haya cambiado la visión de la gran importancia que tienen los docentes en los últimos años. Pero, esto no es solamente por parte del alumnado o de sus familias, sino también de organismos superiores que no gestiona bien la formación y el mantenimiento de los docentes. Se dice mucho que cuando no se sabe qué estudiar o no le da la nota para entrar en cierta carrera hace Magisterio porque con un 5 se entra. Desde ahí ya se están haciendo las cosas mal.
Por último, me gustaría añadir a mi un OBJETIVO:
- Añadir coherencia al orden que tiene el currículo en las asignaturas.
Cuando observamos el currículo, podemos observar que es un
listado de contenidos, criterios de evaluación, estándares de aprendizaje… que
año tras año se repiten (supuestamente con otro nivel). Si estudiáramos
detenidamente curso tras curso, área tras área, podríamos pensar que hay mucho
que mejorar. Lo dejo solamente ahí, como proposición.
Quiero acabar diciendo que no debemos dar la espalda a poder
mejorar la calidad educativa quejándonos de los planes o programas que hay, ya
que desde el aula podemos hacer algo. No debemos ser ese profesor “impostor”
que no busca lo mejor para el alumnado y se conforma con cubrir unos mínimos.
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