Actividad 6: Libro Blanco de la Profesión Docente y su Entorno Escolar"

 "Libro Blanco" es un término que ya me sonaba debido a la formación que he tenido durante estos últimos cuatro años. Creo que la finalidad de este instrumento es muy importante en tanto en cuanto intenta mejorar aspectos de un tema determinado (cada uno, el suyo). Y, obviamente, tiene más valor ya que muchos de estos libros son de temas que nos compete en la Educación. La educación es un proceso constante y está en un cambio continuo. Por tanto, siempre tenemos que intentar mejorarla.


El "
Libro Blanco de la Profesión Docente y su Entorno Escolar" debería ser un texto que, por lo menos, debería ser ojeado por los profesionales que trabajan en este ámbito. Nos muestran diferentes propuestas, situaciones que han ocurrido y se han debatido pero que podrían ser muy interesantes. En definitiva, personas activas interesadas en mejorar el ámbito educativo. Si queremos que nuestros alumnos mejoren, también debemos mejorar nosotros. Si buscamos alumnos activos, deberán ver que nosotros igualmente ayudamos en el proceso.

Destacaría varias propuestas, pero nos vamos a quedar con las siguientes: 

  • Quinta propuesta: creación de "Consejo Pedagógico del Estado". Pienso que es necesario que haya más especialistas del ámbito educativo que intervenga en la elaboración de los currículos, por ejemplo, ya que muchas veces estos documentos están elaborados con una intuición política y no tanto instructiva. 
  • Séptima propuesta: "Docentes en Práctica de tres años de duración". Personalmente he tenido dos Practicum de unos 3 meses en un colegio. No obstante, me sigue pareciendo poco (imaginad otras personas que  no hagan la carrera de Magisterio). Hay una carga muy teórica en comparación con la práctica. Se debería dar una vuelta a las asignaturas de la carrera, ya que hay muchas que pueden ser "menos importantes" o que se podrían unir a otras, en favor a tener más experiencias prácticas.
  • Por último, la décima propuesta "evaluación periódica de los docentes". No tanto que demuestren que se saben el currículo o las leyes, sino que demuestren que sus propuestas pedagógicas son válidas. La famosa inspección que se hace es más un trámite formal en el que enseñas una programación acorde con el currículo, que una prueba de cualidades docentes, y esto no debería ser así (en mi opinión). 

¡Cualquier aportación se agradecería!

Comentarios

  1. Hola Sergio. Antes de nada, gracias por tu trabajo con la definición de Unidad Didáctica.

    Creo que, efectivamente, el Consejo Pedagógico es de las más importantes. Marina y los otros autores destacaban su rol para mejorar con los resultados novedosos que salieran sobre neurología y las neurociencias. La mente es el principal elementos en el proceso de aprendizaje, si no la conocemos no podremos educar correctamente.

    Yo en el segundo apartado estoy de acuerdo contigo y el Libro Blanco: hace falta una reestructuración ya desde la Universidad y Secundaria. Lo planteé en la encuesta que tuvimos que hacer una idea. Yo modificaría desde secundaria la estructura: deberíamos partir de secundaria y sobre todo Bachillerato como estructura que forme a los futuros universitarios, como lugares de investigación previas a ésta; y en la universidad ir creando un modelo escalonado más multidisciplinar.

    En primer lugar, debería haber cinco años de formación de grado: dos de forma generalista en los que aprender en Filosofía (base del conocimiento humano) y las materias colaterales (en el caso de Historia, las Humanidad), que no sea un simple 3ero de Bachillerato como yo vi en mi primer año de Grado. Yo creo que el primer año debería ser muy centrado en materias humanísticas en el caso de Historia, el segundo una preparación de esa iniciación a la Historia. De esta forma distintos alumnos de distintos grados podrían comunicarse y fluir. Además, creo que un modelo abierto curricular ayudaría a crear sinergias entre carreras, necesario para la multidisciplinariedad que es más urgente en el mundo actual contemporáneo. En los tres siguientes años, uno debería ser generalista, otro generalista con especializaciones o optativas que orienten a esa especialización, y un último de especialización. De esta manera el alumno decide su futuro y podría cambiar de orientación en el camino. Si es sociólogo o futuro sociólogo, podría luego probar Historia, o al revés. Además, podría haber fácilmente convalidaciones de un grado a otro. Después del grado debería haber un ramo obligatorio para los que quieran educar, ya en secundaria o universidades, y otro únicamente para investigadores. Entonces podrías formarte como profesor durante dos o tres años, y luego volver a su tarea de investigación (o) mientras das tus clases en prácticas de secundaria, desde donde luego avanzarías a la Universidad según capacidades e investigación. No puede ser que haya investigadores universitarios que den clases obligados y sin que les guste la docencia. Es inamisible. De esta forma los investigadores que hicieron su TFM o tesina, luego tesis, podrías después ir a formarse como profesores. Claro, esto para hacerlo, tendrían que reformar toda la arquitectura universitaria. Crear una idea de este calibre y jerárquica podría friccionar el modelo político en el que hay tensión entre el Estado central, las autonomías y las entidades locales (como las propias Universidades).

    Y por eso con ese modelo creo que conecta con tu tercera propuesta: la evaluación del profesorado también es continua y en evolución: se ve una mejoría para cambiar de un lugar a otro. Los que se queden abajo podrían ser mejorada su situación con mayor investigación en el ámbito de Secundaria o su investigación de su formación, con mayor salario o flexibilidad, etc. Eso proponía también el Libro Blanco con esos docentes que prefieren quedarse en su puesto que tomar más responsabilidades por x motivo. También podríamos hablar de la necesidad de que un profesor dé, si es bueno y adaptado a ese grupo, siempre al mismo grupo de alumnos, que facilitaría la docencia y la relación profesor-alumno...

    Un saludete de Samuel.

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  2. Me parece muy interesante y renovadora tu propuesta. Demasiado para lo que podría soportar la sociedad me parece a mi, jeje. Está claro que todo es mejorable, y lo que tenemos ahora mismo no es del todo bueno para formar futuros docentes. Como bien dices, debería haber diferentes ramas para los que quieran trabajar en la educación. Podría ser una opción muy interesante a considerar, en mi opinión, sobre todo en las universidades como especialización de las diferentes carreras.
    Gracias por comentar en mi Blog, pasaré por el tuyo muy pronto.
    ¡Un saludo!

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